AMANDO LOZA
A finales del siglo XIX, en las zonas rurales de La Rioja muchas familias elaboraban embutidos durante los duros inviernos y trabajaban en el campo y las viñas cuando la climatología lo permitía.
En este contexto, a principios del siglo XX nuestros bisabuelos decidieron montar su propio negocio de embutidos y jamones, pero a diferencia de la mayoría, decidieron apostar por la calidad, seleccionando las materias primas y cuidando los procesos de elaboración.
“Para mis bisabuelos el bienestar y la salud era lo más importante, querían que las nuevas generaciones se alimentaran mejor de lo que lo habían podido hacer ellos”.
Una verdadera revolución para la época en que la cantidad prevalecía sobre la calidad, hasta el punto de que nuestros productos comenzaron a venderse en los Estados Unidos y Cuba a partir de los años 30.
“Nuestros productos eran mejores, por eso la gente que emigraba los recordaba y nos los compraba desde América”.

Hoy, en un contexto de globalización total y de rápido crecimiento de la población mundial, las necesidades alimentarias también han aumentado de manera increíble. El sector agroalimentario respondió inmediatamente con la cantidad, pero desgraciadamente cantidad no es sinónimo de calidad.
“Como les digo a todos, en Loza sólo sabemos hacer las cosas bien”.
Durante nuestros más de 100 años de historia además de haber conquistado el mercado nacional hemos conseguido estar presentes en otros muchos países. En nuestro afán por compartir nuestros productos y valores con el mundo entero este año hemos decidido impulsar nuestro departamento de exportación para llegar al mayor número de hogares posible sin importar donde se encuentren.

“Hoy nuestro objetivo es satisfacer no sólo a nuestros conciudadanos, sino también a los habitantes de todos los continentes”.



1.000.000 Kgs
de embutidos al año

400.000 Uds
jamones al año

25.000 m2
superficie total en dos plantas de producción